12 enero 2007

El aborto en España crece un 50% en apenas 5 años

El aborto en España crece un 50% en apenas 5 años

En lo poco que llevamos de siglo XXI, se han contabilizado niños abortados equivalentes a cinco veces la provincia de Soria.

El año 2005 hubo 91.000 abortos en España, más que nunca en la historia, un 7,8% más que el año anterior. El récord de abortos se bate año tras año sin cesar.

Lo que llevamos de siglo XXI ha demostrado ser mortal para los niños españoles en su etapa prenatal: el aborto ha aumentado un 50% del 2000 al 2005, en apenas cinco años. Estas son las cifras según el Ministerio de Sanidad:

Año 2000, 60.000 abortos.
Año 2001, 70.000 abortos
Año 2002, 77.000 abortos
Año 2003, 80.000 abortos
Año 2004, 85.000 abortos
Año 2005, 91.000 abortos.

De cada 100 mujeres embarazadas el año 2005 en España, 16 habrían ido a abortar. Eso son 91.000 niños que no han nacido en el 2005, el equivalente a
todas las personas que viven en la provincia de Soria
.

Si sumamos los abortos que llevamos desde el año 2000 en España sale la cifra de 463.000, es decir, la población equivalente al país entero de Luxemburgo (o a 5 provincias de Soria).

En estas cifras no se cuentan las 500.000 píldoras del día después repartidas en el 2004 y otras tantas (o más) repartidas en el 2005. La píldora "del día después" es abortiva si se toma cuando ha habido concepción, al eliminar al ser humano recién concebido; es muy difícil cuantificar cuántos seres humanos en su primer estadio son eliminados así.


El numero de abortos practicados en España durante 2005 fue exactamente de 91.664 (frente a los 84.985 del 2004) segun el informe remitido por el Ministerio de Sanidad y Consumo a las comunidades autónomas, a traves de la Dirección General de Salud Pública. Las cifras oficiales de aborto de cada año en España siempre se conocen a finales del año siguiente, en una paradójica coincidencia con las Navidades y Santos Inocentes.

Los abortos por cada 1.000 mujeres en edad fértil (15-44 años) está en 9,6 (frente al 8,94 del año 2004). El Ministerio de Salud repite cada año que a pesar de los miles de abortos y de su crecimiento continuo que ninguna campaña de preservativos consigue frenar, las cifras españolas "siguen siendo de las más bajas de la Unión Europea y de países como Estados Unidos y Canadá", donde las tasas se situan entre el 11 y el 25 por 1.000. En estos países la familia es mucho menos estable, llevan dos o tres generaciones de divorcios y abortos; pero sin duda pronto España alcanzará su nivel con el crecimiento continuado de abortos y el efecto de más divorcios y rupturas.

Casos como los destapados en Barcelona por la prensa danesa e inglesa de bebés de 8 meses abortados son minoría. El 87,93% de los abortos es de bebés con menos de 12 semanas. La excusa es la misa casi siempre: en el 97% de los casos es "riesgo para la salud física o psíquica de la madre".

Por comunidades autónomas, las que registraron mayor tasa de abortos en 2005 fueron Madrid (12,81), Baleares (12,57), Murcia (11,70) y Cataluña (11,46). Por el contrario, Cantabria (4,42), Galicia (4,43), Navarra (5,21) y País Vasco (5,42) se situan en los ultimos puestos.
Más clínicas se apuntan al negocio

En 1996 había 106 centros en España notificando abortos. En el 2005 eran 134. El 97% de los abortos se hacen en centros privados, lo que facilita la falta de rigor y de controles a la hora de dictaminar ese 97% de mujeres con "riesgo para la salud física o psíquica"; la misma clínica abortista -centros privados movidos por afán de lucro- hacen el "puro trámite, papeleo", como se ve en los reportajes del SUNDAY TELEGRAPH inglés y la televisión pública danesa.

El Ministerio insiste en señalar que "entre un 40% y un 50% de las interrupciones voluntarias del embarazo que se notifican en España se practican a mujeres no españolas". No está claro si esas mujeres no españolas son inmigrantes que viven aquí o se trata del "turismo del aborto" que los medios llevan años denunciando, desde la revista ÉPOCA ya en 2004 hasta la prensa europea.

En el 2005, 91.000 mujeres fueron usadas
por la industria del aborto española para enriquecerse
El ministerio, al insistir en el término "abortos notificados", tácitamente admite que no todos los abortos se notifican, por lo que incluso en un sistema como el español, en que el aborto es en la práctica libre debido a la ficción del "riesgo para la madre", hay centros que no lo notifican (por ejemplo, para no pagar impuestos y aumentar el margen de beneficios).

Informa Europa Press que del total de abortos practicados, el 50,36% corresponde a mujeres de entre 20 y 29 años y otro 14,05%, a menores de 20 años. En este ultimo grupo, el número total de abortos ha sido de 12.883. El 67,10% de estas chicas no ha acudido a un Centro de Planificacion Familiar. Por lo que respecta a las semanas de gestación, en el 85,85% de los casos se realizo con 12. Como en años anteriores, ha aumentado ligeramente el porcentaje de mujeres solteras, que supone ya el 65,84% del total.

Las células madre adultas: en 2006, nuevo avance

Las células madre adultas cierran el 2006 con un nuevo avance terapéutico: también regeneran arterias

El ensayo realizado en la Clínica Universitaria de Navarra se suma a otros éxitos y acentúa lo inútil de seguir experimentando con embriones

El 2006 se cerró con un nuevo avance terapéutico en el campo de la investigación con células madre adultas: Son capaces de regenerar arterias y otros tipos de vasos sanguíneos de seres vivos que han padecido arteriosclerosis o infartos.

Este nuevo descubrimiento, llevado a cabo en el Centro de Investigación Médica Aplicada de la Clínica Universitaria de Navarra, supone un nuevo éxito para esta línea de investigación y abre una puerta a su futura aplicación en seres humanos.

Al mismo tiempo, viene a subrayar, una vez más, el fracaso y la inutilidad de seguir experimentando con embriones humanos para obtener células madre con aplicaciones terapéuticas.

Los investigadores de la clínica navarra realizaron sus ensayos con ratones y el responsable del trabajo, Xabier López Aranguren, confía en que esta terapia sea un día útil para pacientes que sufren isquemias periféricas, o sea pequeños infartos que se producen en las extremidades debido a la falta de oxígeno y que provocan la muerte de parte del tejido.

Células de médula ósea

La investigación, publicada en la revista BLOOD, se inició con la extracción de células madre de la médula ósea de donantes humanos sanos. Las células se cultivaron hasta lograr distinguir las que pertenecían a un tipo determinado, las llamadas MAPC o multipotenciales, que se caracterizan por su similitud con las embrionarias y que se pueden convertir en gran cantidad de tejidos diferentes.

“Con las células que hemos obtenido, hemos logrado recuperar hasta el 80 por ciento del flujo sanguíneo, evitando la pérdida de masa muscular y regenerando la deteriorada”, manifestaba el pasado 27 de diciembre López Aranguren.

Cabe resaltar aquí la labor realizada en los últimos años por la Clínica Universitaria de Navarra, pionera en este tipo de investigaciones, que junto a otros 14 hospitales participa en un ensayo clínico con 100 pacientes que han sufrido infartos desde el verano de 2006.

Banco de células adultas

El potencial curativo de las células madre adultas hace tiempo que fue detectado por la fundación sin ánimo de lucro Indiomed, que el pasado mes de noviembre inauguraba en San Sebastián el centro Indiobanck, el primer banco de este tipo de células en el Estado español.

Conscientes también de las posibilidades terapéuticas y regenerativas de las células madre adultas en futuros tratamientos de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson, los responsables de Indiobank iniciaron a final de año un ensayo clínico con una docena de niños que sufren Epidermolisis Bullosa.

Los investigadores intentan probar que esta enfermedad genética conocida popularmente como ‘piel de mariposa’ puede ser tratada eficazmente con un nuevo tratamiento basado en el uso de piel producida artificialmente en laboratorio a partir de células madre adultas.

BCN, punto de encuentro para usar embriones

Mientras siguen los avances con células madre adultas y cada vez más voces experimentadas alzan su voz para denunciar los experimentos con embriones, Barcelona se ha convertido ya en un punto de encuentro imprescindible para todos aquellos investigadores que quieran desarrollar proyectos con células madre embrionarias.

Dado que en la mayoría de países están prohibidas estas prácticas, sobre todo por cuestiones éticas, investigadores de Estados Unidos, país en el que están restringidos los estudios con embriones, colaboran por ejemplo con el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB).

El CMRB forma parte, junto con el Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) y el Centro de Regulación Genómica (CRG), del Parc de Recerca Biomédica de Barcelona (PRBB), especializado en este tipo de investigaciones.

En todos estos centros se realizan estudios genéticos que superan en muchos casos, no siempre ejemplares desde el punto de vista ético, la ciencia ficción.

A pesar de que el director del CMRB, Juan Carlos Izpisúa, ha reconocido en varias ocasiones el fracaso de las células madre embrionarias y que las adultas fructificarán antes, sigue intentándolo: “Queremos entender los mecanismos básicos del desarrollo inicial y la organogénesis para encontrar aplicaciones en el tratamiento de las enfermedades degenerativas”, manifestaba recientemente.

Tener hijos es positivo

“Tener hijos es un hecho positivo, hemos de defender este derecho” dice una experta en familia

La catedrática noruega Janna Haaland Matlary asegura que “la familia es la institución básica de cualquier sociedad”

“El Estado ha de garantizar la seguridad laboral de los padres como una forma de reconocer que tener hijos es un hecho positivo”, afirma la noruega Janna Haaland Matlary, catedrática de política internacional de Oslo y consultora de la Santa Sede en materia de familia.

Fue la primera persona católica que tuvo un cargo público en Noruega desde la Reforma (viceministra de Asuntos Exteriores), y también se encargó de distribuir éticamente los 100.000 millones de euros del Fondo del Petróleo noruego.

Según manifiesta en una entrevista publicada por el diario AVUI, “incluso los expertos en defensa ven con alarma que Europa será muy débil con la tendencia actual” de ir hacia una sociedad casi sin hijos.

“Se supone que deberíamos producir más hijos. Pero corremos el riesgo de reducir la familia a una especie de derecho individual: ‘tengo el derecho de tener niños’ como tengo el derecho de comprarme un coche nuevo”, asegura Haaland.

“Institución básica”

“La familia es algo más: es la institución básica de cualquier sociedad. Una institución natural, que encontramos a lo largo de toda la historia”, añade la experta profesora.

Es por esto, precisamente, que Haaland considera que los gobiernos deben garantizar “la seguridad laboral para las mujeres que tienen criaturas, es vital que el Estado dé estas garantías [...] es importante para la sociedad, aunque no lo sea tanto para los empresarios”.

Cuándo le preguntan qué debe hacer en concreto el Estado por la familia, ella insiste en que, “primero, dar las garantías necesarias” y, segundo, “cooperar en un cambio de mentalidad y de actitud

Los políticos no acaban de hablar de familia, porque esta palabra les parece políticamente incorrecta [...] Se habla de la mujer y de sus hijos, pero no de la familia como unidad, como célula básica de la sociedad”, añade.

“Derecho a tener hijos”

La profesora Haaland, que no muestra entusiasmo ante la ‘paridad’: “no aceptaría nunca un cargo por el hecho de ser una mujer”, aclara que “cuando la mujer lucha por tener una carrera profesional, se vuelve muy recelosa hacia todo lo que suena a familia, porque le parece que la quieren hacer volver hacia atrás”.

“Ahora las mujeres están más cualificadas que los hombres y luchan por ocupar el lugar que les corresponde, pero no lo hacen tanto para defender su derecho a tener hijos”. “¿Cómo quieren encontrar tiempo para los niños?”, se pregunta Haaland.


Desertización: enemigo oculto pero letal

En 1996 la ONU lanzó un macroprograma de 10 años para "garantizar agua potable al 80% de la población africana"; el fracaso hoy es evidente.

Del 6 al 17 de noviembre se celebró en Nairobi, capital de Kenia, la XII Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático. África es un continente muy vulnerable al recalentamiento de la tierra, incluso con efectos muy negativos para la salud. Un problema grave es el avance del desierto. Su extensión no sólo afecta a la desaparición de la cubierta vegetal, sino sobre todo a un cambio en la vida de las personas y a una fuente de conflictos por el control de los puntos de agua.

En la actualidad se están dando tensiones sociales y rivalidades políticas por el control del agua; uno de los casos más conocidos es el del Nilo: algunos países ribereños cuestionan el tratado firmado hace años con Egipto, asegurándole la llegada de un determinado caudal. En una reunión en París en 2004 analizando “El Congo: una herencia en peligro”, el director de la UNESCO señaló: “La desaparición lenta, pero irreversible, del frágil ecosistema de la República Democrática de Congo, representa una amenaza terrible y horrorosa para la población de esta nación y de toda la tierra”.

El fenómeno de la desertización afecta al 46 por ciento del territorio africano. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) prevé que para 2025 la tierra cultivable en el mundo habrá disminuido dos tercios, lo que supondrá un serio problema para la agricultura, que afectará a más de 250 millones de personas de 100 países. La Convención de las Naciones Unidas para combatir la Desertización (UNCCD), en una asamblea de principios de este mismo año, redactó un documento en el que afirmaba que este fenómeno contribuía a la inseguridad alimentaria, al hambre, a la pobreza y que podía ser fuente de tensiones sociales, económicas y políticas.
Desertización significa hambre para millones de personas

Las pérdidas agrícolas y ambientales causadas por la desertización se estiman en unos 42.000 millones de dólares. Su efecto más pernicioso es el hambre, que, según el Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC), es padecida por 852 millones de personas en el mundo. La sequía persistente en África meridional hace que en nuestros días el número de necesitados sea de unos 10 millones de personas, mientras que en el Sahel se pronostica la muerte de unas 200.000 por el mismo fenómeno. En esta última zona, la plaga de langosta de 2004 produjo un déficit de 3 millones de toneladas de alimentos.

Las perspectivas no son muy halagüeñas y continuamente se están dando toques de atención para atajar el peligro que, sobre todo, se cierne sobre África. En 1999 un estudio impulsado por el Banco Mundial aventuraba que los 48 países de África subsahariana no podrían alimentar más que al 40 por ciento de su gente en el 2025, a menos que no cambiara la situación ambiental, que no es otra que el empobrecimiento de las tierras por la forma de cultivar, pasto abusivo, superexplotación del bosque y deforestación. Todas estas causas son las que aceleran la desertización.
Refugiados ambientales: 100 millones de personas

Acostumbrados a considerar sólo los aspectos económicos y ecológicos en la desaparición del espacio natural, olvidamos su impacto en el deterioro social de las comunidades. La Asociación de las Conferencias Episcopales de África Central (ACERAC), lo cita como uno de los factores negativos para su estabilidad. En la reunión de Malabo de octubre de 2003 lo afirmó explícitamente: “Vivimos en países ricos en recursos naturales... pero con una población pobre... La armonía es perturbada en ciertas comunidades por causa del alza de los precios de los artículos de primera necesidad, las reclamaciones de aumento de salario, el recrudecimiento de la prostitución, la perturbación de las costumbres y la destrucción del medio ambiente”.

Tal vez una de sus manifestaciones más visibles son los desplazamientos de la población debido a la alteración de los entornos naturales. Cada año, más de 100 millones de personas se ven obligadas a cambiar de lugar por esta causa. Son los “refugiados ambientales” que, tras agotar su propio hábitat, tienen que buscar otros más propicios. Se comienza alterando el bosque húmedo, éste se transforma en diferentes paisajes de sabana hasta que una costra de laterita hace improductivo el suelo. Las ciudades son otros espacios donde la naturaleza se ha degradado en su totalidad con la desaparición de la masa arbórea.

Disminución de las reservas acuíferas

El avance del desierto tiene como contrapartida negativa la desaparición del agua, con la consiguiente merma del nivel de los lagos y del caudal de los ríos. En el mundo hay 50.000 lagos naturales y 7.500 artificiales, encontrándose en África 677 de uno y otro género. Uganda es el país que más posee (69), seguido de Kenia (64), Camerún (59), Tanzania (49), Etiopía (46), etc. A la cola se sitúan Malaui (13), Botsuana (12) y Gabón (8). El total de todos los lagos africanos representan 30.000 kilómetros cúbicos de agua, o sea, el mayor volumen de todos los continentes.
.

Además del agua, los lagos africanos suponen una importante fuente económica, al proporcionar nada menos que 1,4 millones de toneladas anuales de pescado. Pero la pérdida de nivel, la contaminación, la pesca incontrolada y el vertido indiscriminado de desechos causan un daño irreparable a este sector. Los casos más evidentes son los de los lagos Chad y Malaui. En éste último la biodiversidad está en tal riesgo, que muchas especies están en peligro de extinción. En septiembre de 2001, representantes de Mozambique, Tanzania y Malaui se reunieron para atajar este peligro, armonizando leyes para preservar el medio ambiente y conseguir un uso razonable del lago.

En octubre del año pasado tuvo lugar en Nairobi (Kenia) la Conferencia Mundial de los Lagos, que reunió a más de 500 expertos y científicos, encargados de estudiar una gestión correcta del agua dulce. Allí se presentó un Atlas sobre los mismos, realizado en su mayor parte con fotografías por satélite obtenidas en diferentes años. Un estudio de las mismas mostraba un descenso aproximado de 1 metro en su nivel. El director del PNUMA declaraba: “Espero que las imágenes hagan sonar la alarma en todo el mundo, pues si queremos superar la pobreza y lograr para 2015 los objetivos internacionalmente acordados, la gestión sostenible de los lagos tiene que ser parte de la ecuación”.

Se calcula que entre el 40 y el 60 por ciento del agua lagunar perdida se debe a la evaporación y filtración. Esto, unido a las causas anteriormente señaladas, han hecho que el Victoria haya bajado 1 metro su nivel desde principios de los años 90 hasta hoy, lo mismo que el Nakuru, que ha sufrido una intensa deforestación en sus orillas. La pérdida del Tanganica ha sido de 1,50 metros, también por la progresiva desaparición de árboles y el aumento de la temperatura.


Hace unos 6.000 años (en el Neolítico) el lago Chad tenía una extensión de unos 300.000 kilómetros cuadrados, y aún en el siglo XIII de nuestra era varios brazos llegaban hasta la región del Bahr, en Sudán, con un nivel que alcanzaba los 286 metros. En los años sesenta su extensión se había reducido ya a unos 25.000 kilómetros cuadrados, y, en la actualidad, tiene unos 14.000 kilómetros cuadrados de media, ya que varía de un año a otro según la pluviometría y las estaciones. Es decir, un 44 por ciento de pérdida de superficie en 45 años no es un signo muy esperanzador.
El Níger, reducido a un tercio

Con los ríos está pasando lo mismo. El Níger, con sus 4.200 kilómetros de longitud, ha reducido un tercio su caudal en los últimos treinta años. El Congo, de los 4.640 kilómetros de longitud, 1.600 los recorre en selva ecuatorial donde recibe precipitaciones anuales de 1.800 milímetros, asegurando una navegabilidad en casi 2.000 kilómetros. Si se deteriora esta selva, como está sucediendo en algunos puntos, su caudal medio de 50.000 metros cúbicos se vería seriamente reducido. Es lo que ha sucedido con el Senegal, cuyo caudal ha pasado de 24.000 a 7.000 metros cúbicos, por la destrucción que se ha hecho de los bosques de Futa Djalon, donde nace.

Y es precisamente la conservación de las montañas, donde se genera más agua, lo que en África está en peligro. El Kilimanjaro, por ejemplo, entre los años 1962 y 2000, ha perdido el 55 por ciento de sus glaciares. Sólo entre 1980 y 2000 ha desaparecido el 33 por ciento del hielo; si nos retrotraemos a 1912, la montaña ha perdido el 82 por ciento de su masa glacial. Parte de este deterioro se achaca a los más de 20.000 turistas que cada año la visitan, y que son la primera fuente de ingresos para Tanzania. En septiembre de 2005, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) destinó 10 millones de dólares para financiar estudios que permitan su conservación.

El periódico keniano Daily Nation publicó en septiembre de 2002 un artículo sobre el Monte Kenia y afirmaba que “se está acabando como fuente inagotable de agua”. Es una de las cinco reservas acuíferas del país, de la que dependen más de siete millones de personas. La su-perexplotación de los ríos que allí nacen, la destrucción de la vegetación, el cultivo de marihuana, el pasto ilegal y la reducción de sus doce glaciares son, según el periódico, las causas que están terminando con esta reserva. Añade, además, que el agua está generando conflictos entre pequeños y grandes granjeros y “entre todos y la fauna”.

Como se ve, África tiene algunas de las reservas acuíferas más grandes del planeta, pero, a pesar de lo acordado en la Conferencia del Milenio, para el año 2015 se prevé que 400 millones de africanos de 17 países padezcan importantes carencias y restricciones de agua, por no acometer las infraestructuras necesarias. La agricultura será el sector más afectado, puesto que consume el 88 por ciento del agua, y repercutirá muy negativamente en el equilibrio social, porque el 62 por ciento de los empleos está relacionado con las tareas del campo.

Desaparición de la flora y fauna autóctonas

La deforestación, con el consiguiente aumento del desierto, no sólo elimina la cubierta vegetal autóctona africana, sino que también favorece la entrada de especies invasoras, cuyo peligro aumenta por el comercio, viajes y transportes. Con ellas se introducen plagas de otros continentes que pueden atacar con dureza la vegetación africana. Según la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), más de 12.000 especies naturales están amenazadas de extinción, entre ellas 1.164 plantas y 303 arbustos tropicales.


En la fauna es donde más se nota la degradación del suelo, puesto que sin una cobertura ambiental adecuada, los animales desaparecen. Sin remontarnos al Neolítico, cuando el Sahara estaba poblado por los grandes herbívoros y carnívoros africanos, hay que señalar que el mayor daño ecológico para África se ha producido a lo largo del siglo XX. Durante el mismo desaparecieron los antílopes del Sahara, y están fracasando los intentos para su reintroducción y conservación. Sólo algunos ejemplares pueden verse en parques zoológicos.
Madagascar: desaparece el bosque y especies animales aún no descubiertas

En Madagascar, el 75 por ciento de las 200.000 especies vegetales y animales de la isla no existen en ninguna otra parte del mundo. El caso de los lémures es el más típico, ya que sólo viven allí y se están descubriendo nuevas especies. A mediados del año pasado se encontraron dos de ellas: el lémur Mirza Zaza, del tamaño de una ardilla, y el lémur de Goodman, poco más grande que un ratón. El ecoturismo y la deforestación están amenazando su hábitat y poniéndolo en peligro de extinción. Con la desaparición del bosque, los depredadores de los lémures, especialmente perros y gatos, encuentran más facilidades para su persecución.

Rinocerontes, hipopótamos y elefantes son otras especies muy afectadas, ya que necesitan grandes extensiones de vegetación para su subsistencia. Para los gorilas se están ideando muchos planes de conservación. La ONG Conservación Internacional, que trabaja en favor de especies en peligro, dedicará a partir de este año 20 millones de euros para la creación de 12 zonas francas en Camerún, Gabón, Guinea Ecuatorial, República Centroafricana y República Democrática de Congo. Habrá 75.000 kilómetros cuadrados donde se ubicarán unos 15.000 gorilas.

Otro de los efectos importantes de la desertización es la desaparición de los humedales, esenciales para el mantenimiento de las aves migratorias y de otros animales. Muchos humedales han sido drenados para convertirlos en tierras agrícolas y han acabado convirtiéndose en suelos improductivos. Níger, por ejemplo, ha perdido el 80 por ciento de sus humedales en los últimos veinte años. El lago Songor de agua salobre en Ghana, donde viven y anidan miles de aves y donde se reproducen la tortuga verde y la olivácea, se está empequeñeciendo con gran rapidez por la producción intensiva de sal, con la posible extinción de estas dos especies.
La burocracia no ayuda a la acción

En el mundo se gastan menos de 7.000 millones de dólares anuales para proteger el medio ambiente, cuando se piensa que harían falta más de 30.000 millones. En África hay muchas organizaciones interregionales, donde está implicada la mayoría de los países, algunos de cuyos objetivos tienen como finalidad la preservación del medio ambiente: “Comisión del lago Chad”, “Organización para la puesta en valor del río Senegal”, “Comité interestatal de lucha contra la sequía en el Sahel”, “Organización para la revalorización del río Gambia”, “Autoridad de la cuenca del río Níger”, “Autoridad intergubernamental contra la sequía y el desarrollo”, etc.

Hasta agosto de 2005, treinta países africanos habían adoptado un programa nacional contra la desertización. Pero tanto en el caso de las organizaciones como en el de los países, la falta de recursos y el poco empeño de las autoridades reducen a nada las medidas programadas. Ya en 1996, la ONU lanzó un programa de 10 años para África, dotado con 25.000 millones de dólares, en el que movilizó a todas sus agencias (FAO, ACNUR, UNICEF, OMS...) para “reorientar los recursos existentes a nivel nacional e internacional...” Entre sus objetivos estaba: “Garantizar, al menos, al 80 por ciento de la población el acceso al aprovisionamiento de agua potable...”
Este año se cumple el vencimiento del plan y África está más sedienta y más seca que entonces... La burocracia no es una barrera eficaz contra el avance del desierto.

Jose Luis Cortés
Mundo Negro


Acoso escolar: los violentos ganan

Los violentos ganan

La violencia entre los adolescentes que se viene traduciendo en la escuela con caracteres alarmantes, es el fruto de una sociedad que ha perdido su sentido y, por tanto, difícilmente puede transmitirlo, y de la debilidad educadora de un número creciente de padres y madres.
Se trata, por consiguiente, de un problema estructural, de fondo, que hasta ahora no se ha abordado.
Una de las razones de esta falta de tratamiento radica en su complejidad. Otra es la necesidad de introducir un sistema de valores morales que es rechazado por la ideología dominante.
Naturalmente esto no significa que no deban adoptarse medidas a corto plazo. Es evidente que la reinstauración de un ambiente de autoridad y responsabilidad en la escuela sería un poderoso factor para reducir la violencia.
Pero lo peor de todo es que intervenga la administración y lo haga mal, porque entonces acentúa el problema. Y lo trágico de la cuestión es que en este tipo de dificultades quienes nos gobiernan tienden a hacerlo mal porque se guían por sus perjuicios ideológicos y no por la realidad.
El fracaso de la ley contra la violencia de género, reflejada en el aumento del número de feminicidios, es un ejemplo. Es una ley que promueve el conflicto en lugar de la reconciliación, y es el conflicto el que mata. Algo parecido sucede, como informamos hoy, con la píldora del día después y los abortos.
Ahora, en el caso de la violencia escolar, la Generalitat de Catalunya ha adoptado una medida que debe derogar y que, obviamente, debe ser rechazada por las restantes comunidades educativas porque premia a los violentos

Se trata de que el Departamento de Educación garantice un inmediato cambio de centro para el niño o niña dañado por el acoso escolar. A la víctima se le castiga con la pérdida de uno de los valores más importantes que tiene, su entorno de amistades y de relación que gira sobre la escuela.
A los violentos se los premia con la “expulsión” del perseguido.
Es como si para protegernos de nuestros asesinos nos encerraran en la cárcel o nos desterraran de nuestras poblaciones. Es absurdo y brutal….pero es lo más cómodo para la administración.
Primero porque los violentos son más de uno, segundo porque si los envía y concentra en una sola escuela va a tener problemas con el profesorado y los padres del nuevo centro, y si los distribuye puede ser que se le multipliquen las dificultades. Solución: cogemos a la víctima, que nunca nos dará problemas, y cuestión resuelta.

Es escandaloso que pueda existir esta mentalidad en nuestra sociedad y que sea quien dirija la educación. Este dudoso honor le corresponde al hermano de Maragall, Ernest, que de esta manera pasa a convertirse en el paradigma de lo que nunca debe hacer el responsable de la política de enseñanza.

Experimentación con células embrionarias


Experimentación con células embrionarias: se acaba el tinglado

Hay un dato que habla por si solo: a pesar del tiempo que se lleva experimentando con células madre embrionarias, los resultados obtenidos, las aplicaciones viables, son exactamente cero: ninguna.
Recursos y esfuerzos dedicados a un futurible que nunca llega y, lo que es peor, que viene arrastrando los problemas irresueltos de siempre: la incapacidad para controlar su enorme y desordenada capacidad reproductiva, el grave riesgo de cáncer que comporta, el rechazo biológico.
Un científico definía el intento de utilizar células embrionarias como el de hacer marchar una carreta tirada por gatos. Como contraste, la utilización de células madre no embrionarias ha venido registrando un número creciente de aplicaciones médicas hasta el extremo que es difícil encontrar un investigador que busque aplicaciones en el ámbito de la medicina que por muy defensor de la utilización de embriones que sea, no esté desarrollando trabajos paralelos con células madre adultas.

En realidad tras el uso de las células embrionarias y del conflicto moral que representan, se esconde un cúmulo de intereses mal explicados que van desde la transformación en ingresos de lo que antes era un coste para las clínicas de reproducción asistida -la conservación de los embriones- hasta el desbrozar el terreno para penetrar en el, por ahora prohibido, ámbito de la clonación humana, que previsiblemente saltará hecho pedazos a partir del momento en que se desarrollen las campañas orquestadas, como ha venido sucediendo en todos los temas de esta naturaleza.

Pero si la situación de los defensores, gobiernos incluidos, del uso de embriones era cuestionable, ahora con el reciente descubrimiento de células madres en el líquido amniótico, las invalida totalmente.

Estas células que no son embrionarias pero poseen su plasticidad y tampoco son exactamente células adultas, tienen además la ventaja de que minimizan el riesgo de cáncer y, si se trata del mismo sujeto, suprime todo problema de rechazo.

Perseverar ahora incentivando la investigación con embriones no sólo continuará siendo un crimen moral sino además será una estafa económica para todos los ciudadanos y una burla a las esperanzas de los enfermos.