Todavía sigo emocionado. Jamás pensé que pudiera vivir lo que ocurrió este fin de semana en 87 ciudades y pueblos de toda España. Cientos de miles de españoles conscientes salimos a gritar un SÍ a la vida gigante que se oyó en todos los rincones de nuestras calles y plazas. Un grito que retumbó y también se ha podido escuchar en países tan dispares como Italia, Chile, Francia, Estados Unidos, Italia, Méjico o Jordania, gracias a los medios de comunicación de todo el mundo.
Estoy conmovido también por la entrega generosa de tantos y tantos voluntarios y activistas de Derecho a Vivir y de HazteOir.org que organizaron las concentraciones - la mayoría sin ninguna experiencia previa -, que reenviaron las convocatorias, que se vistieron de rojo, que llevaron sus pancartas, que sacrificaron una mañana de domingo para salir a la calle a defender a los más débiles de nuestra sociedad – a los no nacidos – y a sus madres.
El grito del domingo ya no lo van a poder ignorar ni el Presidente del Gobierno ni la Ministra de la Igualdad, ni nadie. Ayer dimos un paso de gigante, en una serie de movilizaciones que vamos a impulsar en los próximos meses, hasta conseguir que el Gobierno se rinda ante el clamor popular.
El Gobierno, con su propuesta abortista, ha despertado a un gigante dormido: la sociedad civil. ¡Nadie se podía imaginar que un grupo de la sociedad - apolítico y aconfesional - pudiera movilizarse como lo hicimos el fin de semana!
Ahora toca lo más importante: seguir movilizados, seguir apretando el acelerador... que Aído (con la que por cierto nos reunimos el sábado) sienta nuestra presión en la nuca.En los próximos meses recibirás en tu buzón de email propuestas concretas para actuar a favor de la vida y en contra del aborto. Por favor, no dejes de atenderlas. Nos jugamos mucho. Después de este fin de semana, ahora más que nunca, estoy convencido de que podemos ganar la batalla de la vida.
Muchas gracias por todo lo que haces a favor de la vida.
¡Contamos contigo!
Un fuerte abrazo,
Ignacio Arsuaga y todo el equipo de HO y de DAV
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